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lunnyman

lunnyman

Argentina

May 2, 2012

                                El sueño de Claire

Era de medianoche. Claire se había desplomado en su cama llorando como de costumbre, debido a una discusión que había estallado en el vestíbulo durante la cena. Es que estaba harta de oír a sus padres discutiendo por tonterías cada vez que su padre llegaba a casa ebrio.  Había trabado  la puerta  de su habitación dejando el eco del portazo detrás al cerrarla y quedó recostada sobre su cama ensimismada en la pelea que acaba de acaecer a la hora de la cena. La lucha por una represión de llanto abrumador era en vano, entonces se incorporó de su cama y pegó la cara contra el vidrio de la ventana y contempló poco a poco la oscura, lúgubre y desierta  vista que se exhibía afuera sobre la calle Kent. Los gritos procedentes de abajo retumbaban por las paredes que incluso vibraban. Obstinada, siguió contemplando  a través de la ventana , aunque no había nadie a los alrededores debido al frío gélido que se esparcía a lo largo de la desierta ciudad. Por un instante, sintió como si el corazón fuese a desprenderse de su cuerpo mientras su respiración se iba haciendo cada vez menos regular como si le estuviera faltando el aire. Sus pies no aguantaron y a continuación cayó desplomada en su cama, su cuerpo inerte como el de un cadáver.

Despertó sobresaltada por el golpe pero ya no se encontraba en su habitación.  Miró extrañada en derredor como si se tratara de un pesadilla y escudriñó cada recodo del bosque en donde se hallaba en busca de alguna señal. La que fuese.  Pero no había nadie allí, ni siquiera el rastro de un animal salvaje en busca de su presa. Siguió escudriñando los alrededores del bosque pero no había nada allí que la orientara o que delatara su ubicación exacta. De pronto, sintió los dedos de los pies entumecidos por el frio y la piel dura como el hielo….estaba desnuda.

Miró en derredor de nuevo para asegurarse de que nadie estuviera allí observándola y se caminó al árbol más cercano para recoger las hojas caídas y cubrir su desnudo cuerpo.

  -Es una pesadilla, lo sé – se dijo así misma con seguridad.

En efecto lo era pues no había demasiada coherencia de que de un momento a otro hubiera cambiado de sitios sin darse cuenta; hasta hacía unos segundos estaba desplomada en su habitación llorando y ahora se encontraba en un lugar, remoto, en el que nunca había estado y, menos aún, al cual nunca habría sabido cómo llegar

Caminó varias millas de distancia desde donde estaba buscando una explicación lógica hacia aquella locura pero el lugar estaba completamente abandonado y no había señal alguna que pudiera responder  sus dudas. La neblina se esparcía cada vez más como un gas tóxico de un lado a otro dificultando la visión de la chica.

A unos diez metros de ella una luz dorada bañaba en círculos unos arbustos que estaban, uno encima del otro, a escasos metros de distancia. Claire, aterrada, corrió  torpemente en sentido contrario y tropezó con unas ramas que sobresalían de un árbol. Su pie derecho se había lastimado y estaba sangrando. Se incorporó rápidamente del suelo y comenzó a caminar con dificultad hacia el norte del bosque aunque con la neblina alrededor era imposible ver hacia adelante.  Entonces volvió la vista hacia esa luz dorada que titilaba sorprendentemente ya que era lo único visible que la neblina le permitía ver.

Para su sorpresa la luz dorada que bañaba los arbustos se había desvanecido. Por un momento pensó que podía haber sido un hombre alumbrando con una linterna pero esa luz dorada no parecía ser artificial….

Corrió sin rumbo nuevamente en sentido opuesto con el corazón que se le salía por la boca. Tropezó con varios troncos y cosas invisibles a sus ojos por la neblina. Pero se incorporaba y seguía corriendo como si alguien fuera a cazarla.

<<CLAIRE>> <<CLAIRE>> <<<CLAIRE>>

Una voz apenas audible, y dulcemente apacible, susurró su nombre.

Paralizada de miedo, se quedó quieta donde estaba. De pronto sintió cómo un escalofrío en la parte superior de su espalda, a la vez que éste descendía con vehemencia hacía la parte inferior, y luego hasta los pies.

¿PERO QUE ESTABA SUCEDIENDO EN ESE LUGAR?

Claire sacudió la cabeza y suspiró levemente. Al instante siguiente, Claire hubiera jurado sentir el tacto de una mano sobre su hombro.

<<CLAIRE>> susurraba la dulce y melódicas voz.

Claire giró entorno a la voz pero no vio a nadie. Entonces al girarse de nuevo hacia donde, hacía unos segundos estaba con la vista fija, vio a un joven muchacho que vestía de blanco hasta los pies y estaba descalzo. Su rostro angelical estaba muy pálido. Claire no podía creer lo que estaba frente a sus ojos. Era un joven hermoso…demasiado perfecto para que aquello que su visión captaba fuera cierto. Sus ojos eran celeste y su cabello tan pulcro, era de un rubio intenso. La voz había procedido de él.

-          ¿Quién …quién eres tú? -titubeó Claire atónita por semejante belleza. Las palabras salieron de su boca con una intensidad tangible lógica.

-          No importa quién soy yo- respondió el joven. Su voz melódica y sus hermosos ojos azules habían dejado a Claire atónita y embelesada- Lo que importa es quién eres tú

A Claire le dio un vuelco el corazón. ¿ Se refería a quién era ella? ¿ Qué quiso decir ese joven estrafalario con esa pregunta? ¿ Hacia dónde apuntaba…?

-          Has…has….has susurrado mi nombre- dijo Claire titubeando. La impresión de estar viendo aquella perfección mantenía absorta a la chica de un modo que había olvidado que estaba desnuda y temblando y que no sabía qué responder.

-          Claire, yo sé tu nombre. Yo te conozco más de lo que tu piensas- respondió el joven con su voz de ángel. Aquel susurro era demasiado inusual para que pareciera algo  demasiado genuino dentro del mundo de los vivos- Pero la pregunta es si tu sabes quién eres en verdad?

Claire miró incrédula los labios de aquel joven que articulaban preguntas que a su sano entendimiento- o eso creía ella hasta ese momento- eran demasiado incoherentes. El corazón empezó a latirle con ímpetu por lo que decidió que era mejor desviar aquella pregunta hasta abordar lo que ella llamaría “ LOGICO “

- ¿Estoy en un sueño?

- Tal vez, si así quieres llamarlo. Aunque si yo estuviera en tu lugar lo llamaría algo así como “ME HAN SUSTRAIDO “

- No lo entiendo.- farfulló Claire confundida- Hace un rato estaba en mi habitación y de pronto…y de pronto llegué hasta aquí. ¿ Cómo es que llegué hasta aquí?

- Claire, si te traje hasta aquí fue porque me encomendaron que lo hiciera.

Era increíble como sonaba esa dulce voz a sus oídos. Pero más increíble era, a su juicio, que alguien como ese joven pronunciara su nombre como si la conociera de toda la vida. Nunca había tenido demasiados amigos y los que tenía no entraban en la categoría de aquella perfección casi artificial de tratarse de un humano.

-          Pero…¿para qué? ¿ quién te encomendó que me trajeras hasta aquí? ¿ quién eres? ¿dónde estoy?

-          Tranquila, Claire. Todo a su tiempo- dijo el joven tendiéndole la mano- Sígueme. Necesito mostrarte algo.

Una brisa cálida acariciaba sus cabellos al tiempo que levemente batía los árboles de un lado a otro desprendiendo algunas hojas de sus respectivas ramas.  La neblina seguía esparciéndose a lo largo del bosque,  cubriendo cada recodo sin dejar previa vista de lo que allí había.

Caminaron y caminaron, tomados de la mano hasta que el joven se detuvo cerca de lo que parecía una nube.

-          Aquí es, Claire. – dijo el joven.

-          ¿Qué es eso?-  inquirió Claire  incrédula. Era evidente que sabía lo que era, pero quería escuchar aquella dulce voz confirmárselo.

- Sube a bordo.

El muchacho se había sentado en la nube , pero Claire seguía mirándolo incrédula.

-          Ven, toma mi mano - le dijo a Claire – Hay algo que necesito que veas.

Claire vaciló un instante pero su voz y su rostro eran tan perfecto que no pudo decirle que no, pese a que era demasiado extraño para ella subirse en una nube flotante. Entonces sujetó la mano del joven y subió a bordo. La nube, antes flotante  a unos centímetros del suelo, comenzó a elevarse con suave lentitud. Cuando llegaron a unos cien metros de altura, Claire notó que la oscuridad había desaparecido como por arte de magia. Y ahora se hallaban bajo la luz de un sol resplandeciente y cálida.

-          Bien.  Hemos llegado- anunció el muchacho.

_ ¡Vaya! Lo veo y no lo creo. Es como si fuera un cuento de hadas. - Entonces, me dirás quién eres.

El muchacho lanzó una risita socarrona ante la petición de Claire.

-           Si te lo digo no lo creerás.

-           Dime y lo averiguaremos. Además, ahora que lo pienso- La chica se quedó ensimismada en aquello que había remitido en su cabeza-  ¿cómo sabes mi nombre?

-           Todavía no lo has notado, no?-preguntó el muchacho incrédulo- entonces para ti es normal ver a un sujeto  extraño como yo vestido de blanco y flotando en una nube?

Claire arqueó las cejas.

-           Entonces ¿ eres un espíritu o algo así?- preguntó Claire. La ironía en la pregunta se notaba en su tono de voz.

-          Algo así.

A la chica le dio un vuelco el corazón. Desde luego algo extraño ocurría. Primero en su habitación llorando y luego en un bosque y desnuda sin saber cómo había llegado allí y con un sujeto extraño que se negaba a revelar el anonimato de su identidad. En efecto, Claire no esperaba que aquella respuesta fuera un SI.

-          Antes quizá estaba un poquito emocionada por este sueño maravilloso y extraño a la vez. Pero ahora sí estoy asustada. En serio.

El muchacho soltó una risita.

-          Sí, soy un ángel Claire. Y me enviaron porque necesitas saber algo. Pronto averiguarás de qué se trata todo esto- dijo el joven con su voz dulce- Te llevaré al pasado. Un tiempo antes de que nacieras.

Entonces se abrió un círculo de colores brillantes ante ellos.

-          Sígueme. Debemos atravesarlo.

Claire sintió  como un escalofrío al cruzar ese círculo tan excéntrico. Una fuerte ráfaga de viento sopló sobre su cabello, ahora despeinado. Sintió nauseas y como si estuviese a punto de desmayarse. El mareo que dificultaba su visión se debía al cambio de colores de aquel círculo que giraba, lentamente pero demasiado colorido para una visión humana.

-          Tranquila- la apaciguó el ángel- Toma mi mano.

Claire sintió un vuelco del corazón. Retrocedían el tiempo y la joven sentía entre una sensación de cosquilleo en el estómago y un desequilibrio que por un momento pensó que no lo resistiría.

-           Ahora quiero que prestes atención a esta escena-  dijo el ángel con voz melódica, sujetándole la mano.

Entonces Claire contempló que se estaba exhibiendo delante de sus ojos.

Una pareja de jóvenes se hallaba en una plaza, abrazados y riendo tontamente. Claire nunca había visto una pareja  tan joven y feliz. Esa pareja irradiaba la felicidad que un pueblo entero unido podría irradiar. Estaban tan felices que Claire sentía un hilo de lágrima deslizándose sobre su mejilla. A continuación la chica saltó del banco en el que, segundos antes, había estado sentada y comenzó a correr por todo el parque. El joven corrió tras ella y al haberla alcanzado con facilidad, la abrazó por la espalda. Ambos sonrientes.

-           ¿ Sabes quienes son? - inquirió el ángel.

Claire gimiendo respondió:

-          Mamá y papá.

-          Exacto. Ahora mira esto.

La joven se volvió hacia su novio y éste sacó algo del bolsillo.

-           Dawn…¿ me harías el extraordinario honor de casarte conmigo?- le preguntó el novio a su prometida exhibiendo un anillo de oro con una piedra de diamante en el centro.

El rostro de la chica se tornó radiante de felicidad. El sol resplandecía sobre su rostro.

Claire no pudo evitar romper a llorar.

-Sí, por supuesto que me casaría contigo, Alex. No sabes cuánto he esperado este momento.

La escena se volvió borrosa, y a continuación pasaron a otra.

Ahora se hallaban sentados  en las escaleras de una iglesia. Los padres de Claire estaban tensionados ahora. Pero más lo estaba ella. Algo tenía que decirle a su esposo, pero en su interior albergaba un dejo de miedo y horror.

- Alex…sé que tú no querías que esto pasara pero ha sucedido.

Las palabras de su esposa lo estaban poniendo incómodo al joven cuyo rostro estaba más tensionado aún, casi convertido en una fiera.

- Bueno. Cuéntame de una vez. Me estás matando de la intriga.

-Yo no quería, perdóname…- Dawn hablaba entrecortadamente. El llanto le dificultaba articular las palabras que eran poco audibles a los oídos de su esposo- yo…

-Suéltalo ya, Dawn- chilló Alex con los dientes apretados.

-Es que…es que…primero tendrás que  jurarme que no me dejarás por esto.

- Oh Dios! No me digas que….que estás…oh no.

-Sí-farfulló dawn en un tono que apenas era entendible por su llanto- Estoy embarazada.

El rostro de Alex se volvió rojo de furia.

-Eres una estúpida. Cómo pudiste hacerme esto, Dawn. Maldita desgraciada- Alex empezó a gritarle insultos a Dawn quien no paraba de llorar. Los transeúntes que pasaban por ahí les lanzaban miradas con desdén, en ellas juzgando el mal comportamiento de ambos.

-Alex perdóname-imploraba Dawn- La culpa no es sólo culpa mía. Tú también …

-Cállate, desgraciada. Te dije que tomaras precauciones. Qué imbécil fui al creerte.

Hicieron una breve pausa y a continuación  Alex repuso:

-Bueno. Es obvio lo que hay que hacer.

Dawn miró a su esposo horrorizada como si éste fuera un monstruo grande y espantoso.

- No- espetó Dawn- No lo haré.

-Tendrás que sacarte esa cosa de adentro. Yo no te pedí que trajeras un hijo al mundo para que me arruinara la vida. Antes de casarnos acordamos no tener niños, idiota- gritó Alex

-Alex no me grites. Estamos en la calle. La gente escucha.

-Me importa un bledo lo que la maldita gente piense. Te desharás del niño. Es mi última palabra, Dawn. Me oyes. Mi última palabra.

-Entonces divorciémonos- chilló Dawn con la mano apoyada sobre su corazón- Tendrás que dármelo.

Su esposo lanzó una carcajada.

- ¿ Estás loca? Me has visto la cara de idiota. No te daré el divorcio porque de hacerlo tendría que pasarte la mitad de mis bienes , y eso es algo que no voy a permitir- espetó Alex- Ni te permitiré que me pongas como escudo para tu propio beneficio a ese niño que nunca nacerá.

-No- se impuso Dawn. Si le haces daño a mi bebé te juro que te mato

- Ya lo he dicho, Dawn- terció Alex. Sus palabras arrastraban ira en su tono de voz- Mañana mismo te llevaré a un lugar para que te deshagas de él.

A continuación la escena se tornó borrosa hacia otra…

La imágenes se volvían claras, y el llanto de un bebé, procedente de un dormitorio, retumbaba las paredes.

- Ve y calla a esa maldita niña- gritó Alex una noche a las cuatro de la madrugada.

A Claire se le partía el corazón. Era muy doloroso escuchar las palabras de su padre despotricando y diciendo cosas en contra de la criatura, que era ella misma. Ahora sabía por qué su padre nunca le había demostrado la más mínima gota de cariño que un hijo pudiera necesitar. Su llanto era intenso y su desconsuelo abrumador.

El ángel continuó enseñándole a Claire escenas caóticas y desagradables en donde la víctima siempre era ella.

-¿ Ahora lo entiendes, verdad?- preguntó el ángel esperanzado.

- Mis padres eran felices hasta…hasta…- no pudo terminar la frase sin antes volverse a quebrar en llanto.

- Hasta que tú naciste- concluyó el ángel

-Por eso mi padre me odia.

- Imagino lo doloroso que debe ser para ti saber sus motivos, Claire- dijo el ángel acariciando la mejilla de la chica- Pero era una verdad, un hecho que merecías y debías saber.

-Mi papá toma alcohol desde que yo tengo memoria.

- Así es- asintió el ángel-tu padre se comenzó a beber a partir del momento que supo que tu madre estaba embarazada de ti. Fue la única capaz de luchar por ti, por tu vida, porque vivieras. Y así naciste. Pero tu madre ha sufrido mucho con el paso del tiempo. Te ha criado prácticamente, aunque nunca te ha faltado nada- me refiero a lo material- tu esencial fuente que te fortalece es el amor. Y en ti hay una especia de mezcla de amor y odio que has recibido de tus padres. Está de más decir quién te proporcionó todo ese amor pero ella está sola, Claire. Sólo tu puedes aliviar su dolor.

Claire lloraba aún más fuerte. El ángel la atrajo para sí y apoyó a Claire sobre su pecho. Claire sintió una sensación de felicidad e ira a la vez. Quizá de felicidad porque era imposible estar infeliz en los brazos de aquel sujeto tan hermoso y encantador; pero también estaba irritada, y probablemente se debía a que su padre nunca hizo feliz a su madre. Sus lágrimas caían a chorros y sus ojos estaban cada vez mas morados. Temblaba tanto que por un momento pensó que caería desplomada al suelo.

A continuación el ángel apartó delicadamente a la joven de sus brazos, y añadió:

-Hora de irnos.

Entonces la nube reapareció y ambos subieron  a bordo.

Cuando arribaron a destino el ángel se alejó a unos cuantos metros de donde Claire estaba parada. Compungida, Claire miraba como su joven ángel se alejaba, paulatinamente, de ella. Al alejarse suficiente de ella dijo:

- ¿Te gustaría dejar esa vida?.

-¿Cómo dices?-preguntó Claire confundida

- ¿Te gustaría ir a otro sitio más pacífico y acabar con tu sufrimiento? .

No hubo respuesta. Se hizo un breve silencio en el que se miraron el uno con el otro. Por  un lado, no sabía si creerlo o no. Pero por el otro temía tanto a no volver a ver a ese ángel tan precioso.  <<¿qué más daba?>>- pensó Claire.  Pero por otro lado, se sintió un tanto egoísta al pensar sólo en si misma y de haber hecho a un lado todo el amor que su madre le había proporcionado. Y era probable que sufriera ante la ausencia de su hija. Pero los estímulos que la motivaban a seguir en casa de sus padres, eran tan frágiles como un bebé recién nacido.

-¿ Puedo traerla conmigo?-preguntó la chica.

 -Algún día- dijo el ángel

Claire se acercó sigilosamente, y ambos desaparecieron al primer contacto que tuvieron.

                                                                 Margen

 

En la casa de Dawn y Alex las discusiones y el titineo de los objetos rotos habían al fin cesado. Dawn preocupada subió las escaleras hasta la habitación de Claire y…

_Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh_ profirió un grito de horror al ver que la ventana estaba hecha añicos. Claire ya no estaba. Tenía una conjetura pero temía que fuera real. Entonces se caminó hacia el aféizar de la ventana en donde había una nota que decía:

                                           <<PERDONAME MAMA. TUVE QUE TOMAR ESTA DECISION

                                              POR EL BIEN DE LAS DOS. TE PROMETO QUE ESTARAS CONMIGO

                                            MUY PRONTO. NO ME PUEDO QUEDAR. NO ES MI MUNDO.

                                          DE NUEVO, PERDONAME>>

-Claire, no.

Su madre estaba quebrada en llanto y sus ojos anegados en lágrimas. Entonces se asomó por la ventana y alcanzó a ver que, en planta baja, se hallaba, inerte, el cuerpo de su hija.

                                                                                                                     

                                                              

                                                                                                                     

                                                              

More entries: https://vimeo.com/178606067, The Dream Of Claire, Swadow Of Love, Bright Light, Missing, Short Tale (2), Poem 2, The WonderReading world

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08:31 PM Jun 05 2012

lunnyman

lunnyman
Argentina

Taken from:  http://theinsidereading.blogspot.com.ar/ Check it and explore beyond the words!!!

04:47 AM May 02 2012

lunnyman

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Argentina

Soon, I'll post the English version of this tale. Now working on it :D